Si estás embarazada o amamantando, tu cuerpo necesita nutrientes extra para mantenerte fuerte y ayudar a tu bebé a crecer sano. Vamos a ver cómo hacerlo sin complicarte demasiado la vida.
Lo básico para una buena alimentación
- Come con colores: Llena tu plato con frutas y verduras de diferentes colores. Cada uno aporta vitaminas y minerales únicos.
- Incluye grasas saludables: Aguacate, nueces y pescados como el salmón son excelentes opciones.
- Mucha agua: La hidratación es clave. Si el agua te aburre, prueba infusiones o agua con rodajas de limón o pepino.
Un menú pensado para ti
Aquí tienes un ejemplo sencillo que puedes seguir:
- Desayuno: Pan integral con tomate y aceite de oliva. Un vaso de leche o bebida vegetal.
- Media mañana: Un plátano o un puñado de almendras.
- Almuerzo: Pollo al horno con arroz integral y verduras al vapor.
- Merienda: Yogur natural con una cucharada de avena.
- Cena: Tortilla de calabacín con ensalada de lechuga y tomate.
Un extra para mamás lactantes
Si estás dando el pecho, podrías necesitar un poco más de calorías. Incorpora snacks saludables como fruta deshidratada, barritas de cereales caseras o un batido de leche con cacao.
Recuerda, no se trata de hacer dietas estrictas, sino de nutrir tu cuerpo y el de tu bebé con alimentos ricos y saludables.
¡Suscríbete para no perderte nada y recibir los próximos artículos!
Si tienes algún problema a la hora de suscribirte, escríbeme a medicinaparamama@gmail.com

Deja un comentario